BUSCANDO A LOS DESAPARECIDOS.

Nunca es tarde para encontrar a los que buscamos estén donde estén.


Desde que comenzamos éste proyecto de Memoria Histórica, en CRONICAS A PIE DE FOSA hemos recibido varias solicitudes de ayuda para tratar de encontrar alguna pista en la localización de personas desaparecidas en la guerra civil y posterior represión franquista.

Algunas las estamos investigando directamente o están en manos de nuestros colaboradores pero ahora, desde esta nueva sección, vamos a tratar de darlas a conocer al público para que en su medida pueda colaborar.

Si quieres que tu caso sea público y salga del anonimato, que forme parte o se sume a los 114.266 desaparecidos reconocidos oficialmente, remitenos los datos de la persona que buscas con una fotografía y los hechos que sobre ella conozcas.

cronicasapiedefosa@gmail.com


FOSA DE «CUBILLOS DEL ROJO».

Perfecto Peña Estrada y otros cuatro desaparecidos.

En ésta ocasión hemos realizado la investigación de campo conjuntamente con el compañero Josetxo Alvarez del blog amigo «Las Merindades en la Memoria».

La búsqueda de una fosa de personas asesinadas por los falangistas tras el golpe de estado militar del 18 de julio de 1936 nos ha llevado a los alrededores de Cubillos del Rojo, en Valdebezana (Burgos). La fosa se emplaza en la cuneta de la carretera nacional Logroño-Burgos nº 222 de Incinillas a Soncillo entre el kilómetro 550 y 551.

En Cubillos del Rojo los batallones italianos del CTV hicieron su campamento en los alrededores y dejaron contancia de su paso por el pueblo como demuestra el nombre de la plaza XIII de marzo con el emblema del fascio romano. Los fascistas lo rebautizaron y pusieron carteles con el nombre de Cubillos de las Jons en pleno frente de guerra, lugar donde se sentían cómodos y seguros para campar a sus anchas.

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Prueba de ello es el asesinato de 5 personas humildes, jornaleros del campo y algún maestro, entre los que se encontraba Perfecto Peña Estrada de 52 años.

Sus asesinatos, realizados de madrugada y junto a la carretera, fueron presenciados por un joven pastor oculto entre la vegetación, mudo por el terror.

Años después él mismo llevó al lugar a Ángel Otero Peña, nieto de Perfecto y le indicó el lugar donde les asesinaron y enterraron, además de relatarle su historia.

Hoy hemos recorrido ese lugar con Ángel, grabado el testimonio a pie de fosa y geolocalizado el lugar exacto donde aún pueden estar sus restos. Ahora toca hacer el informe con la localización, planos, mapas y el testimonio grabado en video para enviar a quien corresponda, para que la familia puede reclamar oficialmente su exhumación si procede.

También nos relató que le llegaron noticias por parte «vecinos de Cubillos» que los restos de los asesinados fueron exhumados días despúes y trasladados al cementerio del propio Cubillos del Rojo. Que los sacaron porque «se les veían las manos y los pies», dejados a propósito por sus asesinos, para escarnio y «aviso» a los lugareños de lo que les podría suceder si no eran fieles a los nuevos amos de España.

Esta información le llegó tiempo después en cuando comenzó a hacer «preguntas embarazosas» por el pueblo, mientras el propio testigo del suceso le indicaba el lugar donde reposaban los cinco asesinados. Eso quiere decir que hay que contrastar y buscar información de su posible exhumación y enterramiento en el cementerio con pruebas documentales en los registros de enterramientos tanto civiles como religiosos.

Con toda la información recogida, la grabación en video de la entrevista, planos y mapas con la situación y geolocalización del lugar, no citado por motivos de seguridad, haremos un informe que entregaremos a quien corresponda. De ésta forma la familia pueda reclamar legal y oficialmente su exhumación su fuera posible.

También desde esta página lanzamos, conjuntamente con los compañeros del blog Las Merindades en La Memoria, una solicitud de ayuda y colaboración para encontar más información y testimonios sobre las demás posibles víctimas que se encuentran en esa fosa u otras cercanas, como las del Alto del Nevero, así como nombres y relatos de vida de las personas represaliadas del cercano Valle de Manzanedo como del de Valdebezana.

Compartimos la información publicada y recopilada por los compañeros del blog  sobre Perfecto Peña Estrada: https://lasmerindadesenlamemoria.wordpress.com/2017/11/01/fosa-de-cubilllos-del-rojo

PERFECTO PEÑA ESTRADA, era un jornalero, un agricultor natural de Lándraves (Valle de Valdebezana), nacido el año 1885. Estaba casado con  Amanda de la Peña y tenían  6 hijos (Rafael, Ramiro, Manolo, Eulalia, Rosa y Pito). Tenía 51 años cuando en 1936 vivía en Pradilla de Hoz de Arreba.

Fue detenido por un grupo de falangistas a las puertas de su casa y llevado por el camino de Vallengua a los bajos del ayuntamiento de Soncillo, en el centro del pueblo, en los que estaba el centro de detención, y donde lo recluyeron junto a otras 4 personas (Marcos,  Macario Bueno, Luis Martínez, Lorenzo Ruiz ).  Cuenta en “Pradilla, crónicas de un pueblo siglo XX”: El 11 de septiembre se llevaron a Soncillo a los ciudadanos: Marcos, Macario Bueno, Luis, Lorenzo y Perfecto. Los tres  (Luis, Lorenzo y Perfecto)  después de aguantar las palizas de los fascistas fueron asesinados en la Sierra de Cubillos, donde quedaron a merced de los animales. ¿Pudo ser el  11 de septiembre de 1936?

En Soncillo los detenidos fueron sometidos a apaleamientos y torturas hasta la mañana del día siguiente en que fueron subidos a un camión y llevados al las afueras de Cubillos.

Según el testigo, les hicieron bajar a los 5 del camión y le entregaron una pala a cada uno para obligarles a cavar unos hoyos en el suelo. Alguno de ellos, debido al miedo, echó a correr para huir, siendo abatido a unos metros del lugar de la ejecución y arrastrado hasta su hoyo. Posteriormente les hicieron colocar de espaldas a los agujeros para, seguidamente, ejecutarlos. Una vez caídos a los hoyos les dieron el tiro de gracia.

La mujer de Perfecto, Amanda de la Peña, subió a Soncillo al día siguiente con ropas y algo de comida para el marido. Preguntó reiteradamente por él hasta que una de las personas allí presentes le dijo que los habían matado a las afueras de Cubillos del Rojo.

La saña y venganza fascista no acabó con el asesinato. Posteriormente, les requisaron todas las pertenencias de la casa, ropa, ganado, alimentos, etc. Así, la esposa tuvo que marchar con los niños pequeños andando hacia el pueblo de Incinillas. Al cabo de algún tiempo, volvió de nuevo a Pradilla. Hacia 1950, Amanda de la Peña se trasladó con 4 de sus hijos a Argentina donde falleció.

 

 

 


LA LISTA DE LARRINOA.

En esta ocasión no buscamos desaparecidos porque ya los hemos encontrado, buscamos a sus familiares.

José Antonio Larrinoa buscaba a su tío desaparecido en la Guerra Civil por los archivos municipales y eclesiásticos de varios pueblos cántabros, hasta que localiza en la parroquia de San Pedro de Limpias un listado de fallecidos enterrados en el cementerio durante 1936 y 1937. El cura Gregorio Ungo firmó este documento el 11 de septiembre de 1938.

El listado incluye una mayoría de milicianos y gudaris vascos, además de algunos cántabros y asturianos y otros soldados sin identificar. Se cree que los fallecidos proceden del hospital cercano que estuvo activo unos meses, durante la primavera y verano de 1937 y que atendió enfermedades,  heridos de guerra del cercano frente y de los bombardeos de la aviación fascista.

En la «lista de Larrinoa» encontraría a 74 combatientes, 36 de ellos vascos, olvidados en una fosa común en el cementerio cántabro de Limpias y saca por primera vez a la luz el nombre, la afiliación política y la causa de la muerte de estos combatientes olvidados en una fosa común.

La colaboración del historiador cántabro Fernando Obregón fue clave para identificar y cotejar a los 74 soldados republicanos encontrados en el cementerio de Limpias y que ha podido ampliar la lista hasta los 84 fallecidos.

El enterramiento improvisado estuvo delimitado por una verja hasta que en los años setenta el enterrador se encargó de hacer «una reducción de restos» y taparlos con una capa de hormigón para colocar nuevos nichos encima.

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Montaje de Crónicas a pie de fosa sobre fotografía de El Diario Montañes. El paúl Victor Santos sostiene el libro que registra los nombres de los soldados fallecidos. /Ignacio Pérez.

El Correo publicó un primer reportaje sobre esta lista el 4 de diciembre en el que incluía el link para ver la citada lista y que nosotros reproducimos más abajo. http://www.elcorreo.com/sociedad/descubren-cementerio-cantabro-20171203151949-nt.html

El 5 de diciembre El Correo vuelve a publicar en su edición de papel otro reportaje, recogido igual forma por El Diario Montañes ese mismo día en su edición digital.

http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/historias-juan-larrinoa-20171204214508-nt.html

En la edición del El Correo además se lanza una campaña de búsqueda de familiares:

 «EL CORREO anima a los familiares de los combatientes vascos republicanos enterrados en una fosa de Limpias y cuyas identidades han salido a la luz este pasado fin de semana a que se dirijan a la dirección de correo electrónico ciudadanos@elcorreo.com para relatar la historia de sus deudos, víctimas de la contienda fratricida cuando se desmoronaba el frente del norte».

CRONICAS A PIE DE FOSA  quiere colaborar en este proyecto incluyendo el listado de Larrinoa, por si algún lector del blog tuviera relación o conociese alguno de los nombres de este listado y ayudar a difundir sus nombres. De esa forma podemos contribuir todos a que su memoria e historia personal sea recuperada.

En medida de lo posible, iremos actualizando las informaciones de cada uno de los protagonistas de la citada «lista» según se vayan publicando en los medios de comunicación u otras fuentes.

De esta forma nos sumamos a la iniciativa igual que nuestro blog amigo BATALLONROSALUXEMBURGO, que ha contribuido con un magnífico reportaje  a la difusión de la lista. https://batallonrosaluxemburgo.wordpress.com/2017/12/06/31-notandesparecidos-que-aparecen-a-pesar-de-todo/

https://i0.wp.com/static.eldiariomontanes.es/www/multimedia/201712/03/media/cortadas/limpias5-kjsD-U50283879499BH-624x385@Diario%20Montanes.jpg

Documentos manuscritos por Gregorio Ungo. http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/aquellos-dias-verano-20171203155826-nt.html

LISTA DE LARRINOA.

(Indican que los nombres en negrita son de combatientes del Ejército Republicano Vasco. Algunos incluyen números de chapa.)

Nº 1. González Fernández, Luis. Batallón 265, 3ª compañía. Falleció por heridas el 19 de julio a las 16 horas.

Nº 2. Vento Silda, Juan. Batallón asturiano nº 236 ‘Vorochiloff’, 1ª compañía. Muerto el 11 de julio. «Estaba casado».

Nº 3. Álvarez, Constantino. Del 2º batallón vasco de las Juventudes Socialistas Unificadas ‘2º Meabe’. Murió a causa de las heridas.

Nº 4. Fernández Varela, Manuel. Batallón vasco nº 21 ‘Bakunin’ de la CNT, 1ª compañía. Muerto el 14 de julio.

Nº 5. Álvarez López, Nicolás. Batallón asturiano nº 242 ‘José Guerra Pando’, 3ª compañía. Muerto a consecuencia de heridas el 13 de julio.

Nº 6. Gutiérrez Felices, Joaquín. Batallón montañés nº 122, 1ª compañía. Muerto 17 de julio.

Nº 7. Boada ¿Baracierto?, Manuel. «De transportes».

Nº 8. Rodríguez Valero, Arcadio. Batallón asturiano nº 242 ‘José Guerra Pando’. Muerto el 1 de julio.

Nº 9. Lezcano Fernández, Manuel. De Carranza (Bizkaia). Batallón nº 60 de Ingenieros, 3ª compañía. Murió el 24 de julio por «una enteritis aguda».

Manuel Lezcano Fernández de 47 años.

«Sobrevivió a las bombas y murió por una intoxicación».

«Yo tenía solo 7 años cuando él murió. No llegué a conocerle mucho», recuerda Ángela Lezcano. Descubrió a su padre la pasada semana en la lista publicada por este periódico y emudeció. «Estaba como impactada», explica la nieta, Ana Bellota Lezcano, que aparece en la imagen que ilustra este reportaje junto a su madre, Ángela, y el retrato de sus abuelos. La familia sabía que él había muerto en Limpias, pero no conocía el lugar exacto donde estaba enterrado.

Manuel Lezcano Fernández nació en el valle vizcaíno de Carranza hacia 1890, pero pronto se estableció en Guarnizo (Cantabria), donde se casó y tuvo seis hijos. «Sí que recuerdo que era un mozo guapo, un vasco de buena planta», cuenta la anciana. Siempre tenía buen humor, era muy «dicharachero» y su bigote enroscado era pieza clave de una personalidad carismática. «Ese bigote era enorme. De eso sí que me acuerdo», cuenta Ángela.

Trabajó en los talleres de la ‘Orconera’ en Solía, pero cuando llegó la guerra, la movilización republicana lo obligó a viajar hasta la zona del Asón para fortificar el frente. «Dicen que comió una lata de sardinas en mal estado». El registro civil confirma que murió en tan solo 24 horas. Fue el 24 de julio de 1937, y figura como causa de fallecimiento una ‘enteritis aguda’. Tenía 47 años.

La principal motivación de la familia a la hora de narrar esta historia es agradecer el esfuerzo de José Antonio Larrinoa para aflorar esta lista de nombres de tantos hombres que fueron olvidados. «Sería conveniente que alguien hiciera algo. No costaría tanto levantar un monolito o lo que fuera que revelara la relación completa de los caídos que descansan en Limpias», reivindican los descendientes. Les queda el descanso de que ninguno de ellos fue víctima de la represión. «Murió por una enfermedad, que lo mismo le podía haber sorprendido en casa».

De su legado no se conserva ningún efecto personal. Solo recuerdos. Imágenes de un hombre con seis hijos que pasaba los días trabajando. «De cuando en cuando iba a tomar un vaso de vino, solo uno, al bar que existía justo aquí arriba», señala la anciana junto residiendo. «La vivienda la levantó él cuando se casó. No tenían muchos recursos, pero sacaron a la familia adelante».

manuel lezcano

http://www.elcorreo.com/sociedad/memoria-quedaron-20171210171829-nt.html

Nº 10. Oleaga Elorza, Félix. De Bedia (Bizkaia). Batallón vasco nº 48 de la UGT ‘Jean Jaures’, sección ametralladoras. Muerto el 27 de julio de 1937.

Nº 11. Marcelo Álvarez, Inocencio. 6ª Brigada, batallón primero. Muerto el 28 de julio.

Nº 12. Portilla Fernández, Félix. Ayudante de comisario poítico de la 5ª Brigada (¿de Euzkadi?). Muerto por «accidente casual» el 29 de julio.

Felix Portilla de 24 años.

«El «rojo» que trató de salvar a los niño».

«A veces la vida te hace ir corriendo y al final solo lamentas no haber escuchado mejor las historias que nos contaban los mayores. Apenas conozco los detalles de la vida de mi tío. Me alegro de que alguien se preocupara por buscar». María Ángeles Ibarraran es la sobrina de Félix Portilla, el número 12 de la lista. «El recuerdo que teniamos es que fallecio cuando trató de advertir a unos niños que manipulaban un misil. A alguno se le debió de caer. Pero no sé si es verdad». El historiador Fernando Obregón no solo lo confirma, sino que explica que fue uno de los peores accidentes que se registró en la época, en el que fallecieron una decena de niños.

«Félix nació en Vitoria y era alto y guapo, por lo que cuentan. Calculo que tendrían alrededor de 24 años. Su hermano era anarquista de la CNT y él seguiría sus pasos». Un documento de la Comandancia de la Guardia Civil de Álava que encontró en un viejo baúl indica que en los primeros días de la Guerra Civil, Félix y su hermano «se fugaron al campo separatista-rojo». «Ha pasado ya tanto tiempo. Leí el articulo sin esperanza, pero ver el nombre de mi tío me revolvió sentimientos y recuerdos, pensé en lo que pudo sufrir mi familia. Eran tan jóvenes y tan bravos… No debemos olvidarlos». http://www.elcorreo.com/sociedad/memoria-quedaron-20171210171829-nt.html

Nº 13. Luzuriaga Ruiz, Ángel. Teniente de batallón vasco nº 23 de ANV ‘Euzko Indarra’. Muerto el 29 de julio por «apendicitis».

Nº 14. Boix Paya, Vicente. Del batallón vasco de la CNT nº 21 o ‘Bakunin’. Muerto por heridas.

Nº 15. Soldado chapa de control 197.835. Muerto el 31 de julio.

Nº 16. Quevedo Achutegui, Manuel. Batallón montañés nº 124, 1ª compañía. Muerto el 30 de julio.

Nº 17. Urteaga Elguezábal, Carlos. Batallón nº 13 de Ingenieros, 4ª compalía. Falleció el 6 de agosto.

Nº 18. Nonato Gracia, Manuel. Batallón 1º, 4ª Brigada de transmisiones. Fallecido por heridas el 1 de agosto.

Nº 19. Vivanco Martínez, Hilario. Camilleros de Sanidad Militar. Muerto el 6 de agosto.

Nº 20. Guerricabeitia Vicandi, Ramón. De Gernika (Bizkaia). Batallón nº 1 de la 161 Brigada Mixta del Ejército de la República. Muerto el 9 de agosto.

Ramón Guerricabeitia de 18 años.

«El joven de Gernika que combatió con su hermano».

«Ramón Guerricabeitia Vicandi era hijo de un maquinista socialista y el segundo de cuatro hermanos. Su sobrina Loli cree que posiblemente siguió los pasos de su hermano mayor, militante de UGT y un referente en la lucha social. Ramón se alistó en el batallón nº 1 de la 161 Brigada Mixta del Ejército de la República y murió 9 de agosto cerca de Limpias.

Ya solo quedan unos pocos familiares directos. «El mayor murió y no solía hablar del tema. Ramón era el segundo. Mi padre también falleció y la cuarta hermana vivió hasta su muerte en California. No sabría ni reconocerle en una fotografía, porque los álbumes de la familia se quemaron en el bombardeo de Gernika. Mi madre, que ha cumplido 93 años, tenía trece cuando ellos se alistaron». Al leer que su tío se encontraba en Limpias llamó a todos los primos para comentarlo. «Creo que era alto y delgado. Tantísimos años después, ya casi no quedan recuerdos». http://www.elcorreo.com/sociedad/memoria-quedaron-20171210171829-nt.html

Nº 21. Hernández Arnedo, Ángel. De Bilbao. Murió el 6 de agosto por «infección tetánica» a los 20 años.

Nº 22. Guezuraga, Basteguieta, Jesús. De Eibar (Gipuzkoa). Muerto por «accidente casual» el 9 de julio.

Nº 23. Goyarrola Fernández, Luis. Sargento de 22 años. Muerto por «fiebre tifoidea» el 13 de agosto.

Nº 24. Arrate Merino, José. De Urrechua (Gipuzkoa). Murió el 13 de julio.

Nº 25. Ahedo Tafalla, Nicolás. Murió a los 34 años como consecuencia del «tétanos» el 14 de julio.

Nº 26. Sinovas Fuentes, Clemente. Soltero, de 37 años. Muerto el 10 de julio.

Nº 27. Puertas Sánchez, Antonio. Batallón asturiano nº 236 ‘Vorochiloff’. Muerto el 10 de julio por heridas.

Nº 28. Arambarri Cayuso, Félix. Teniente batallón de montaña Garellano (Bilbao). Muerto a consecuencia de heridas el 9 de julio.

Nº 29. Hevia García, Amalio. Batallón asturiano 236 ‘Vorochiloff’, sección de ametralladoras. Murió el 9 de julio.

Nº 30. Mejida García, Adolfo. Batallón asturiano nº 265. Muerto el 9 de julio por heridas.

Nº 31. Larreategui Ugarteburu, Marcelo. De Eibar (Gipuzkoa). Muerto el 8 de julio a los 48 años.

Nº 32. Guezarazu Latorre, Santos. De Las Arenas (Getxo). 21 años. Fallecido por «endocarditis séptica» el 8 de julio.

Nº 33. Tellachea, José Ramón. Batallón de Ingenieros 14, 2ª compañía. Fallecido el 8 de julio.

Nº 34. Olivares Migens, Vicente. Batallón montañés nº 102, 2ª compañía. Muerto el 8 de julio de 1937 por heridas.

Nº 35. Arteche. «Sujeto apodado Arteche, que se cree que miente».

Nº 36. Diéguez Álvarez, José. Batallón asturiano nº 222 (Izquierda Republicana de Asturias), 1ª compañía. Muerto por heridas el 8 de julio.

Nº 37. Rodríguez Cantaneli, Valentín. Batallón asturiano nº 224 ‘Ladreda’. Muerto el 7 de julio por heridas.

Nº 38. González González, José ‘Pepe’. De Quijas (Cantabria). Batallón montañés 102, 4ª compañía. Muerto el 8 de julio.

Nº 39. Bravo González, Saturnino. Batallón vasco nº 21 (¿de la CNT?). Muerto el 7 de julio.

Nº 40. Rodríguez, Manuel. Soldado. Muerto el 6 de julio por heridas.

Nº 41. Soldado sin documentación. Muerto el 7 de julio.

Nº 42. Goyarán Beloqui, Avelino. Batallón vasco de ANV. Muerto por heridas el 6 de julio.

Nº 43. Soldado nº 260, 3.512 del Cuerpo de Ejército de Santander. Muerto por heridas el 6 de julio.

Nº 44. Soldado sin identificar. Muerto el 5 de julio a las nueve y media.

Nº 45. Soldado sin identificar. Muerto el 5 de julio a las cinco y 25.

Nº 46. Soldado sin identificar. Muerto el 5 de julio a las cuatro».

Nº 47. Soldado sin identificar. Muerto el 5 de julio a las tres.

Nº 48. López, Martínez, Fermín. Batallón vasco nº 25 de la UGT ‘González Peña’. Muerto el 5 de julio.

Nº 49. Herrera González, Ángel. De La Veguilla (Cantabria). Muerto a los 28 años.

Ángel Herrera González de 28 años.

«Falleció el mismo día en el que nació su cuarto hijo».

«La tarde en que Ángel Herrera murió aquel 6 de julio de 1937 en el hospital de sangre de Limpias con una gangrena que le devoró las piernas, su mujer dio a luz a su cuarto hijo. «Cuatro era la cifra que otorgaba la licenciatura y el permiso para retirarse a casa en La Veguilla (Reocín) para cuidar a esa familia numerosa», cuenta la cántabra Paz Herrera, nieta del hombre que figura en el número 49 de la famosa ‘lista de Larrinoa’ y bien conocida por ganar el ‘rosco’ del programa televisivo ‘PasaPalabra’. «Si hubiera nacido antes, quizás él hubiera vivido», lamenta Antonio Herrera, que ahora, con 80 años, aún se emociona al recuperar la memoria del padre que nunca conoció.  

En la foto que ilustra este reportaje, ambos se unen a Pedro Herrera (83 años), padre de Paz y hermano mayor de Antonio, para sostener el retrato de un hombre del que solo escucharon buenas palabras. Era alegre, dicharachero y tenía un don en la garganta: «Cantaba como los ángeles. Imitaba la voz de Pepe Blanco y Carmen Morell. Hacía las voces de ambos», recuerdan entre los tres. Apenas diez días antes de perder la vida estuvo de permiso en casa. Incluso llegó a poner nombre al hijo que esperaba.

Poco después, una granada de mano lo alcanzó en las piernas durante su estancia en el frente de Espinosa de los Monteros. «Le hicieron unos torniquetes y lo trasladaron como pudieron al hospital de Limpias a lo largo de 12 kilómetros tortuosos entre montes», cuenta Paz. «En la familia ya sabíamos que estaba en Limpias, porque como en el frente había conocidos nos informaron de todo lo que pasó». Sus hijos visitaron la fosa común hace décadas. El cura de entonces les aseguró que nadie tocaría esa zona mientras él viviera, pero tiempo después terminaron por levantar nuevos nichos sobre ese mismo suelo.

Entre los recuerdos guardan los efectos personales de Ángel Herrera. Su mujer los depositó en una pequeña caja de madera que él la regaló en su tiempo de novios. Ahí se conserva una chapa, una brocha de afeitar, la cuchilla, una cartera. «Incluso enviaron a mi abuela la última ración de comida del día que le correspondía a él. Una lata de atún y un panecillo», cuenta Paz. La lata aún la conservan. El pan hace tiempo que se convirtió en polvo. Y entre todo ello, se rescata una carta manuscrita. La última. «María, cuando me mandes muda no mandes camisa que ya tengo yo aquí. Si puedes mandas algo de queso, si lo encuentras. Por aquí nada particular. Que se va calmando el agua».

angel herrera

http://www.elcorreo.com/sociedad/memoria-quedaron-20171210171829-nt.html

Nº 50. Acebal Muñiz, Luis. De Sanidad Militar de Asturias. Fallecido el 5 de julio.

Nº 51. San Román, Severiano. Batallón vasco nº 24 de la UGT ‘Indalecio Prieto’. Muerto el 5 de julio por heridas.

Nº 52. Soldado con chapa 81.015. De Barambio (Araba), «se llamaba José María». Muerto el 5 de julio por heridas. (Identificado por Euskal Prospetzio Taldea de Aranzadi)

José María Iñíguez. Unos 20 años.
«Se despidió y nunca volvió al pueblo».

«Me voy a la guerra. No sé si volveré». José María Íñiguez Otegui se despidió con esta frase de Barambio, un pequeño pueblo de Álava duramente castigado por la Guerra Civil. Luis López, un residente que pertenece a la asociación Aztarna y cuyo padre asistió a aquellas lapidarias palabras en 1936, buscó el número de identificación del gudari que aparecía en el puesto 52 de la ‘lista de Larrinoa’ publicada por este periódico. «Soldado con chapa 81.015 70, de 27 años de edad, de Barambio, se llamaba José Mari».

En el pueblo lo recuerdan como un chico sencillo y su sobrina, Rosi Larrea, que acaba de cumplir 70 años, no se ve capaz de añadir más detalles. «De este tema no se podía hablar. Era tabú. No sabemos cómo era, alto o bajo, castaño o rubio… Ahora por lo menos, sabemos dónde está». Un vecino de Barambio que también fue a la guerra lo vio por última vez entre Cantabria y Bizkaia a principios de julio de 1937. Según contaba, se metieron «en un túnel o en una mina para combatir» y ya no volvió a saber de él. Pertenecíaal batallón del PNV Araba. «Solo en nuestro pueblo habría más de treinta combatientes del bando republicano y unos diez del frente nacional. Cuando acabó la guerra todos volvieron a hacer carbón al mismo monte. Fue una mierda», explica un vecino». http://www.elcorreo.com/sociedad/memoria-quedaron-20171210171829-nt.html

Nº 53. Argüeso Ceballos, Pascual. Gudari del batallón de ANV, murió el 4 de julio.

Nº 54. Berrueco (o Bermeco) Lasa, Lázaro. Gudari de ANV. Muerto el 4 de julio.

Nº 55. Loza Bravo, Braulia. Muerto el 3 de julio por «heridas en el bombardeo de Ampuero del día dos».

Nº 56. Larrinoa Arza, Juan. Batallón 4º de UGT ‘Carlos Marx’. Muerto el 12 de julio por «heridas recibidas en el bombardeo de Ampuero».

Nº 57. Bizcargüenaga Uriarte, Pablo. Vecino de Dima (Bizkaia), «de la población civil». Murió el 2 de julio.

Nº 58. Rico Ortiz, María. Miravalles (Bizkaia). Posible refugiada vasca. Muerta el 2 de julio.

Nº 59. Elorrieta Zabala, José Agustín. De Lejona (Bizkaia). Batallón vasco de Ingenieros ‘Gogorki’. Muerto el 3 de julio.

Nº 60. Pardo, Francisco. De Arredondo (Cantabria).

Nº 61. Villafruela (o Villazuela) Álvarez, Ladislao. Residente en Dos Caminos (Basauri). Batallón de ANV. Muerto el 3 de julio.

Nº 62. Soldado 4.378 del Cuerpo del Ejército de Santander.

Nº 63. Zabala Celaya, Justo. Batallón vasco nº 35 de Juventudes Socialistas Unificadas ‘Amuategui’. Muerto el 2 de julio.

Nº 64. Soldado sin identificar. Muerto el 12 de julio a las «23 horas 45 minutos».

Nº 65. Miliciano sin identificar. El 3 de julio «falleció en Rucoba por metralla» (en la plaza de la parroquia de Limpias).

Nº 66. Arrizabalaga, Francisco. Murió el 2 de julio.

Nº 67. Rodríguez Díez, Juan. Batallón vasco nº 64 ‘Disciplinario’. Muerto el 1 de julio.

Nº 68. Suárez Suárez, Ángel. Del Batallón 58. Murió en «el bombardeo de Trucíos» el 1 de julio.

Nº 69. Chocolonea Azkunza, José. Batallón vasco «Disciplinario». Muerto en «el bombardeo de los Trucíos» (Bizkaia) el 1 de julio.

Nº 70. Corral Puente, Elías. Miembro de Sanidad Militar «del batallón Carranza» (Bizkaia). Murió el 1 de julio.

Nº 71. Mendieta Ibarrola, Ignacio. Muerto «en el bombardeo de Trucíos».

Nº 72. Soldado sin identificar. Muerto el 1 de julio a las 20 horas.

Nº 73. Vicente Flores, Mariano. Muerto en «el bombardeo de Carranza» el 1 de julio. Probablemente de Ciérvana (Bizkaia).

Nº 74. Ibarra, Francisco. Batallón vasco nº 19 ‘Amayur’ del PNV, 5ª compañía. Muerto el 1 de julio.

Añadidos por el historiador Fernando Obregón

Nº 75. Nacido en Villayerno (Burgos) y vecino de Lasarte (Gipuzkoa). Muere por «tétanos» a los 34 años.

«Félix Alonso Grande, tenía 38 años y era de Villayermo. Falleció el 4 de julio a consecuencia de las heridas que sufría y por las que era atendido en el hospital de Limpias. Era jornalero, hijo de Castor y Ruperta. Estaba casado con Florentina Ruiz, con quien tenía cuatro hijos: Casilda, María, José y Félix». http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/primeros-nombres-lista-20171212235151-ntvo.html

Nº 76. Fernández ¿Echaguren?, José María. V vecino de Las Arenas (Getxo). Muerto el 7 de julio por heridas de guerra. Podría ser la misma persona que Fernández Echaburu, de Durango, o Fernández Echeverría.

José Mari Fernández Echaburu de 22 años.

«El cartero de Ondarroa que no conoció a su hija.»

«Juanjo Arriola contactó con este periódico nada más leer el nombre de su abuelo en la lista, José María Fernández Echaburu, un joven natural de Barcelona con raíces vizcaínas que nunca llegó a conocer a su hija. Vivía en Cataluña, estudiaba para perito industrial, trabajaba en Correos y todos los veranos viajaba a Ondarroa para dar clases particulares a los hijos de familias adineradas. Cuando estalló la Guerra Civil tenía 22 años. Lo encontraron mortalmente herido en un edificio en ruinas 42 días antes de que su mujer diera a luz a María Rosario Fernández, que ahora vive en Ondarroa y lo recuerda entre lágrimas. «¿Quién me iba a decir que con 80 años tendría noticias de mi padre?»

José María se había unido al batallón Capitán Casero, comandado por Gonzálo Pereira, un maestro nacional en Ondarroa y líder republicano. «Sabemos muy poco de su muerte. Gonzalo y José Mari se adelantaron para prospectar el terreno y no volvieron. Los encontraron más tarde en el interior de un edificio con disparos en la cabeza. Mi padre murió el 7 de julio en el hospital de Limpias». María Rosario asegura que los huerfanos de la guerra hijos de republicanos no gozaron de ninguna ayuda. «Como no teníamos dinero, no pude seguir estudiando y ayudé a mi ama. Éramos las modistas más cotizadas del pueblo, aunque yo siempre quise haber sido enfermera». Al preguntarle por el impacto que le produjo el hecho de saber que su padre había sido localizado, María Rosario eligió tres palabras. «Tristeza, soledad y emoción». La consolaba su bisnieta, Isabel, que ahora se prepara para hacer una carrera de psicología».

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http://www.elcorreo.com/sociedad/memoria-quedaron-20171210171829-nt.html

«José María Fernández Echevarría, de 22 años, natural de Las Arenas, Bilbao, que falleció el 7 de julio de 1937; hijo de Gonzalo y María. Estaba casado y trabajaba en Telégrafos». http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/primeros-nombres-lista-20171212235151-ntvo.html

Nº 77. Garaya, Aurelio. Batallón de ANV. Muerto el 8 de julio.

Nº 78. Herrera Terán, Esteban. De Suances. Muerto el 7 de julio.

«Esteban Herrera Terán, tenía 40 años, era de Suances y falleció el día 6 de julio. Era hijo de Ruperto y María y estaba casado con Alodia Udías González, de cuyo matrimonio tuvo cuatro hijos: Esteban, Concepción, José y Benito. El párroco aclara que «el día del fallecimiento se fija aproximadamente». http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/primeros-nombres-lista-20171212235151-ntvo.html

Nº 79. Ibarreta, Francisco. Batallón ANV. Muerto el 25 de junio. Probablemente, la misma personas que F. Ibarra.

Nº 80. Ibarrola Martínez, Domingo. De Villa de Mena (Burgos). Muerto el 20 de agosto de 1937 «por herida de bala en región lumbar».

Domingo Ibarrola. 16 años.
«El pastor de la bala perdida».

«Domingo Ibarrola acababa de cumplir 16 años cuando una bala perdida le perforó la región lumbar. Hijo de molineros, vivía en Santa Cruz de Mena, un pueblecito de Burgos que sirvió de polvorín para el bando republicano. Sus sobrinos, Blanca, Ismael y Txomin Blanco, sabían que Domingo y sus amigos fumaban cigarrillos en la chabola que habían construido en una loma cercana. El joven pastor recibió allí el disparo mientras cuidaba de las vacas y las yeguas. «Se cruzó con el avance del frente nacional. Creemos que una ambulancia republicana lo llevo hasta el hospital de Limpias», explican sus sobrinos.

El padre de Domingo, Perfecto Ibarrola, comenzó a andar nada más escuchar la noticia. «Cuando llegó a Limpias, su hijo ya había fallecido. En el hospital le dijeron que el cuerpo se encontraba en la pila de fallecidos que se amontaban en el cementerio. No tuvo el valor de rebuscar entre los cadáveres y volvió a casa con el certificado de defunción». Así lo contaba Consuelo Ibarrola, que tenía catorce años cuando dispararon a su hermano. La madre de Domingo, Catalina, nunca reconoció la muerte de su hijo y pasó la vida creyendo que había huido a Rusia. «Murió con la esperanza de que algún día volvería a casa». Uno de los sobrinos, Ismael Blanco, explica que en la familia rara vez hablaban del tema. «Miré el cementerio de arriba a abajo y pregunté a los paisanos. Nadie sabía nada. Como no vi lápidas ni inscripciones, supuse que lo habrían llevado a otra parte. El hecho de verlo en la lista me afectó mucho, no sé por qué…». La familia lamenta la poca sensibilidad de haber construido nuevos nichos sobre la fosa común.

Una de las pocas anécdotas que conocían de su tío hacía referencia al día en el que los soldados republicanos capturaron una vaca de su propiedad para alimentar a las tropas. «Domingo fue a donde ellos, ató al animal por los cuernos y se lo llevó de vuelta a la cuadra. Ninguno le dijo nada -relata Blanca-. Creemos que fue un chico tímido porque rayó algunas fotos en las que él aparecía y no le gustaban, pero está claro que era muy echado para adelante y también especialmente habilidoso con los animales y las plantas. Los soldados lo querían». Consuelo, la hermana de Domingo, vivió 93 años, muchos de ellos en Bilbao, donde abrió una ferretería con su marido. A causa del alzheimer, se recluyó al final de su vida en el escenario de su infancia. Llena de angustia, repetía siempre la misma pregunta. «¿Qué le ha pasado a mi hermano?».

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http://www.elcorreo.com/sociedad/memoria-quedaron-20171210171829-nt.html

«Domingo Ibarrola Martínez, de Villasana de Mena, murió el 20 de agosto a consecuencia de una herida en la región lumbar. Era hijo de Perfecto y Catalina». http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/primeros-nombres-lista-20171212235151-ntvo.html

Nº 81. Martín Aguirre, Carlos. De Sopuerta (Bizkaia). Muerto el 15 de julio por heridas en el frente con 25 años.

«Carlos Martín Aguirre, de 25 años, vecino de Sopuerta, murió el 15 de julio por heridas sufridas en el frente. Hijo de Perfecto y Margarita, estaba soltero y trabajaba de jornalero». http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/primeros-nombres-lista-20171212235151-ntvo.html

Nº 82. Pereireo Fernández, González. Posible vecino de Ondarroa (Bizkaia). Muerto el 5 de julio por heridas en el frente.

«Gonzalo Fernández Pereira, vecino de Bilbao, que murió el 5 de julio a consecuencia de las heridas que había recibido. Hijo de Ramón y Antonia, estaba casado con Aurora. Se indica que era «comandante jefe». Según los datos aportados por Fernando Obregón, era comandante del batallón vasco número 52, apodado ‘Capitán Casero’, y fue alcanzado en Trucíos».   http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/primeros-nombres-lista-20171212235151-ntvo.html

Nº 83. Pérez Heras, Julián. De Erandio (Bizkaia). Batallón vasco de Ingenieros nº 7 ‘Gogorki’. Muerto el 3 de julio.

Nº 84. Portilla Puente, Heraclio. De Ribamontán del Mar. Batallón montañés nº 102., 2ª compañía. Muerto el 1 de julio por «heridas sufridas en el bombardeo de Carranza».

«Heraclio Portilla Puente, vecino de Ribamontán al Mar, que falleció el primero de julio de ese año en el bombardeo de Carranza. Hijo de Daniel y Encarnación, de Laredo. Estaba casado con María Gómez Barquín y tenía un hijo, Ricardo».http://www.eldiariomontanes.es/cantabria/primeros-nombres-lista-20171212235151-ntvo.html

NO CONSTA EN LA LISTA ORIGINAL DEL LIBRO DE DEFUNCIONES, PERO SI EN UN INFORME FIRMADO POR SUS COMPAÑEROS.

Nº 85. Silvino España de 45 años.

«Un chófer aficionado a la cocina».

«Mi padre quería que estudiara. Hasta me compró un libro de matemáticas antes de que empezara la escuela». Sus planes nunca se cumplirían. A sus 95 años, María Ángeles España duerme en la misma casa donde vio a su padre por última vez, un tercero sin ascensor en el barrio bilbaíno de Irala. Acompañada por su hija y su sobrino explica que sus tres hermanos se embarcaron rumbo a Felixtowe (Reino Unido), nada más empezar la Guerra Civil. «Le pregunté a mi madre por qué no me iba con ellos y ella me confesó que no se quería quedar sola. Yo era la mayor»

Inquieta en el sofá de su casa, recuerda los bombardeos que aterraron a los bilbaínos. «Cada vez que sonaban las sirenas corría como un demonio. Todo el barrio nos escondíamos en los túneles de Irala, salvo mi hermano, que era un travieso y subía al monte para ver los aviones pasar». Su padre, Silvino España, fue uno de los últimos hombres en sumarse a las filas republicanas. «No tenía partido político. Iba andando por Correos cuando dos soldados le preguntaron en qué trabajaba. Cuando les dijo que era chófer se alegraron. ¡Hala, al camión!, le dijeron». Solo tuvo tiempo para pasar por casa y despedirse una última vez.

Aunque no constaba en la lista original del libro de defunciones, un informe firmado por sus compañeros explica que la metralla de una bomba lo alcanzó en Carranza. Debido la «necesidad de mejores medios de curación», Silvino fue trasladado al hospital de Limpias. «Un amigo de mi padre nos notificó su muerte mucho después. Mi madre ya trabajaba en la casa de una familia adinerada. Me acuerdo de aquel señor porque luego le preguntó a mi madre si quería casarse con él», relata Mari Ángeles entre carcajadas. «Por supuesto, le dijo que no».

«¡Ay, quiero ir, sí, sí!», se emocionaba ante la posibilidad de visitar el cementerio con la fosa común. «Ya casi no recuerdo nada. Tenía una estatura normal, aunque quizá era un poco más bajo que mi madre. Hacían muy buena pareja. Y le gustaba cocinar. Ponía anchoas en salazón y preparaba tomate en tarros». Antes de ir a la guerra, sus tíos ofrecieron a Silvino una casa donde esconderse. Él rechazó la oferta. «Nadie se muere en la víspera», suelen decir en la familia desde entonces».

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ASESINADOS Y DESAPARECIDOS DE CASALARREINA.

Esta entrada es especial porque no buscamos a una persona con nombres y apellidos en particular, sino a varias, muchas de las cuales incluso no conocemos.

El autor de la investigación y libro «Se los llevaron en el camión. Guerra Civil y represión en Casalarreina (La Rioja)»,  Tomás Llanos, nos ha hecho llegar a Crónicas a pie de fosa una solicitud de colaboración.

En ella nos comunica que se siguen buscando a los asesinados y desaparecidos de Casalarreina durante los primeros meses del golpe de estado de 1936.

En su intervención, hace poco en Bilbao, para presentar el libro y proyecto de búsqueda, se grabó un video en el que  hace un llamamiento de colaboración:

«…rogamos a cualquiera que tenga noticia de hechos violentos ocurridos durante el verano de 1936 en el trayecto entre Casalarreina y Fuenmayor, o en sus cercanías, que nos lo comunique. Que se pongan en contacto conmigo o con la asociacion La Barraca.

Cualquier dato o información, cualquier historia que hayas escuchado a vuestros mayores, por insignificante que os pueda parecer, para nosotros puede ser de vital inportancia. «

Las direcciones de los contactos son en primer lugar la del autor Tomás Llanos tomdeusto65@yahoo.es y en segundo la de la Asociación La Barraca asoclabarraca@gmail.com

Nos ha enviado el link del video colgado en youtube, al que ha añadido al final algunas imagenes del homenaje que se tributó en julio a los asesinados de Casalarreina durante la Guerra Civil y el texto que se leyó en el cementerio ese mismo día.

Como afirma Tomás: «El objetivo, ambicioso, es que al menos este segundo sea visto por todo riojano o descendiente de riojanos. Agradecemos su difusión».

Recordemos lo que publicamos en la sección » BIBLIOTECA ANTIFRANQUISTA POR LA MEMORIA HISTORICA», libro nº 32 de los comentados:

SE LOS LLEVARON EN EL CAMION. Guerra civil y represión en Casalarreina (La Rioja).

El 10 de agosto de 1936, en Casalarreina, un piquete de requetés carga en un camión al menos a once vecinos detenidos y torturados los días previos y parte rumbo a Fuenmayor. Todos fueron asesinados esa misma noche y al menos ocho de ellos quedaron enterrados en una fosa común del cementerio.

Las víctimas fueron Juan Llanos (tío abuelo del autor Tomás Llanos Justa), Saturnino Díaz, Ciriaco Fernández, Estanislao Ortún, Pascual Saiz, Gregorio Salinas, Francisco Sánchez, Ángel Urquiza, Pablo Álvarez, Cipriano Negueruela y Vicente Porres. Todos ellos fueron cargados en el camión para darles “el paseo”. A día de hoy, solo los restos de los tres últimos han podido ser identificados tras las excavaciones llevadas a cabo en Fuenmayor en el 2007 por sus descendientes.

Otros once vecinos más serían igualmente asesinados en fechas posteriores en diferentes lugares. Se les cobraba en sangre por “haber participado en la Revolución de Octubre de 1934, haber destacado por su militancia en partidos de izquierda o en sindicatos agrarios, o haber desempeñado cargos institucionales”.

La Rioja es un territorio donde tras el golpe de estado de Julio de 1936 no hubo frente de guerra, no hubo trincheras, por lo que la confrontación bélica en esos parámetros no existió. Sin embargo al menos dos mil riojanos perdieron la vida en el frente de guerra instalado por los golpistas triunfantes en cada pueblo, en cada villa, en la represión inmisericorde que listado en mano y de forma similar a la vecina Navarra estos llevaron a cabo.»

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FAMILIA HUALDE-OLLOQUIEGUI

Se les cree muertos en bombardeo en su huida hacia Cantabria.

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Imagen.- La fotografía no corresponde con la familia ni con el suceso, solo ilustra el caso, ya que pertenece a un bombardeo en Lerida en 1937 y cuyo autor es Agustí Centelles.

Hace unos meses recibimos de un familiar cercano (A.C.H) una carta solicitando ayuda para encontrar dónde se enterraron los cuerpos de sus familiares, muertos presumiblemente en bombardeo en la localidad bizkaina de Truzios.

En la misma nos decia:

«Hace un año he sabido que mi bisabuela y cinco hijos suyos fallecieron en un bombardeo. Mi abuelo, hijo y hermano de los fallecidos, nunca nos mencionó nada. Preguntando en casa y a familiares he sabido que el bombardeo fue en la frontera entre Cantabria y Bizkaia, zona de Villaverde de Trucios, Trucios y alrededores. Me está resultando muy dificil sacar algo de información al respecto. Ellos eran de Lasarte-Oria (Gipuzkoa).

Un dato que creo que es importante, es que un primo de mi madre, recuerda que de pequeño iba con su padre (otro hermano e hijo de los fallecidos) a un cementerio donde había una placa que les mencionaba.»

Las personas sobre las que estamos buscando información son:

Madre: ELADIA OLLOQUIEGUI ZUBILLAGA

Hijos: JUANA, REGINO, MANUEL, SALOME Y VICTORIA HUALDE OLLOQUIEGUI

Novio de Victoria: EDUARDO ARTOLA

Madre de  Tomás Alcorta (marido de Juana Hualde): TIMOTEA ADARRAGA GOROSTIDI.

Es preciso mencionar que Juana Hualde Olloquiegui, de 27 años, estaba embarazada y que antes de su desapación parece ser que tuvo al niño que esperaba.

Las investigaciones previas realizadas nos han llevado al archivo municipal de Truzios, de donde tenemos en el Registro Civil un «extraño» documento de «certificado de defunción» a nombre de Juana Hualde fechado en 1980 (?). En el dice, en su parte más fundamental, que el día 25 de junio de 1937 en Trucios fallece a causa de «heridas de metralla por bombardeo».

Decimos extraño porque el «certificado» esta fechado en abril de 1980, 57 años después del suceso, a petición del declarante TOMAS ALCORTA ADARRAGA, a la razón marido de Juana en 1937. Además el documento no está fimado ni por el solicitante Tomas Alcorta, ni por el secretario municipal del ayuntamiento José Chavarri y no tiene impreso ningún sello oficial. En el mismo no cita el lugar de enterramiento, aunque se supone es en la misma localidad.

Del resto de personas desaparecidas en ese bombardeo ni un simple documento, ni un rastro que nos indiquen que murieron allí, a diferencia de Juana que si está y que estaba con todos ellos en el momento de la muerte.

Necesitamos información sobre personas fallecidas en bombardeos en otras localidades cercanas, Valle de Trucios (Cantabria), Artzentales, Sopuerta e incluso  Karrantza. Es de suponer que un grupo de personas y además familiares muertas en bombardeo, deje un recuerdo en la mente de las personas mayotres del entorno.

Lo que sí sabemos es que en Truzios hubo varios bombardeos, recordar que fue la última sede del Gobierno Vasco y que multiplicó su población por 10 en aquellos años (cerca de 7000 personas), muchos de ellos huían del  avance de las tropas facciosas y los bombardeos al igual que la familia Hualde Ollarquiegui.

Es conocido que el 28 de julio de 1937 hubo un sangriento bombardeo que mató a 20 vecinos de Truzios y que están perfectamente documentados en el registro municipal de defunciones y que fueron enterrados en el cementerio de la localidad en tumbas señaladas.

Que durante los combates en los montes cercanos hubo soldados vascos y asturianos que murieron en acción de guerra y que una vez registrados en el citado libro de defunciones, se les enterró en fosas  comunes individuales señaladas, exhumados todos ellos cinco años más tarde (junio de 1942) y cuyos restos óseos fueron a parar al osario todos juntos (fosa común bajo tierra).

Puestos en contacto con el antiguo monaguillo, que vió de cerca las fosas y esos enterramientos, nos informa que el no conoce la historia de esa familia desaparecida, pero si los muertos en el bombardeo de julio de 1937 y de los soldados traídos del frente de guerra enterrados en las fosas de el cementerio.

Y la cosa se complica cuando en el ayuntamiento cercano de Valle de Truzios, antes Villaverde de Trucios, nos informan que allí no tienen tampoco datos de esa familia en el registro de defunción y que el registro de enterramientos es moderno. Fue hecho hace pocos años a «botepronto» medianre el sistema infalible de mirar las lapidas (sic). Eso quiere decir que las que no tienen nombre por estar abandonadas, rotas o ilegibles y las fosas comunes municipales que todo cementerio tiene, no estan registradas.


ROSARIO DE DON PABLO PASTOR.

Desaparecida en un Control republicano camino del frente de Guadarrama.

mujer-miliciana-en-el-frente-de-batalla1Rosario de Don Pablo Pastor desapareció en San Lorenzo del Escorial (Madrid) en septiembre de 1936. No existe fotografía de ella. (Imagen de una miliciana republicana recortado de un cartel de la época)

Nació en Zarzalejo provincia de Madrid en 1910. Se afilió al PCE en cuanto pudo y al estallar el alzamiento militar y posterior guerra civil se alistó de voluntaria como miliciana en algún sindicato afín a su partido.

Se sabe que fue vista por última vez en las primeras semanas del mes de septiembre de 1936 trasladandose al frente de batalla desde San Lorenzo del Escorial por la carretera de Guadarrama. Tenía 26 años.

Como no aparecía rastro de ella, su madre indagó y se dió cuenta que no llegó nunca al frente, que en esos momentos estaba en la localidad de La Cabrera en Madrid. Se enteró que a la salida del pueblo de San Lorenzo había un control de milicianos de signo socialista del pueblo cercano. Se crée que de allí no paso.

El motivo, tal y como indica la familia, es que meses antes del golpe de estado del 18 de julio hubo un cruce de palabras entre el alcalde del pueblo Dioniso López Salinero y ella en un mitin político.

Casualidades de la vida, el mando del Control de carretera a la salida del pueblo lo llevaba el citado alcalde.

Cuándo la familia preguntó por ella, todo el mundo guardo silencio e incluso se preguntó al alcalde y su respuesta fue reirse faltando el respeto y pasar del tema, no queriéndose involucrar en el asunto.

Como las casualidades nunca vienen juntas, resulta y éstyo está perfectamente documentado, el citado alcalde de San Lorenzo del Escorial, Dionisio López Salinero, fue uno de los que de una forma u otra participaron también en la desaparición de Carmen Cabezuelo, jefe de Falange de la zona de la sierra de madrid y novia de José  Mª Alfaro del Consejo Nacional del F.E.T.

Existe el testimonio del padre de Carmen Cabezuelo, Francisco Cabezuelo Cardenal, administrador de la Fábrica Matías López de El Escorial en el que cita al alcalde Dionisio López. http://labibliotecafantasma.es/cartadebatalla/?p=255

“Dice: que su hija, Dª María del Carmen Cabezuelo López-Hernando, de profesión S. L., Jefe de Falange, de 25 años de edad, con domicilio en la Fábrica de Matías López de El Escorial, fue detenida por primera vez por el alcalde socialista de El Escorial, Dionisio Fernández Salinero, en su domicilio, el día 19 de julio de 1936, encargándose directamente de su detención Carlos Vega y un tal Abundio, con otros tres, vecinos todos del pueblo; siendo conducida primeramente al Ayuntamiento de la Villa, en la dependencia del Juzgado Municipal, y en vista de los insultos y procacidades que el populacho le dirigía, a instancias de sus padres, fue trasladada a la cárcel de San Lorenzo (Escorial de Arriba), donde permaneció detenida hasta el 4 de octubre de 1936. Durante este tiempo fue sacada de la cárcel de madrugada, para darle el paseo, cinco veces, regresando después, haciendo el Alcalde la comedia de que él la había salvado; en uno de esos viajes, simularon su fusilamiento delante del pajar de la Fábrica de referencia; y en otro de ellos, llegando incluso a introducirle en la boca el cañón de una pistola, conminándola a que hablara y diciéndole que su novio, D. José Mª Alfaro, del Consejo Nacional de F. E. T., había sido muerto, a todo lo cual la víctima negaba. El Alcalde la trasladó, en libertad, a Madrid el 4 de octubre del mismo año, pretextando traerla a la capital para recluirla en un sanatorio; no siendo así, dejándola instalada en la calle de Toledo nº 54, en el domicilio de unas tías suyas. Con frecuencia era visitada por el Alcalde, brindándole su protección; en una de esas visitas le participó que tenía que acompañarle a Guadarrama, donde era reclamada por el Cuartel General rojo. Allí fue encerrada en la biblioteca de un hotel, comunicándole había sido condenada a muerte por dicho Cuartel General; presentándose de madrugada, un oficial, el mismo que le había anunciado su sentencia de muerte, que ésta había sido revocada, regresando a Madrid con el Alcalde, que se atribuía nuevamente un nuevo triunfo, al domicilio antes dicho. Añade que el oficial referido se franqueó ante ella como fascista.

Nuevamente la detuvieron en Madrid agentes de brigadas de policía, en diciembre del mismo año y conducida a un cuartel comunista de la Carretera de San Francisco, donde estuvo aproximadamente un mes, que fue puesta en libertad, al parecer por haberse captado las simpatías de los milicianos, a los que atendía domésticamente.

Al verse perseguida, se refugió en la Embajada de Finlandia, un mes antes de ser asaltada, lo que causó nuevamente su detención e ingresó en la cárcel de San Rafael (asilo), de donde salió a los dos meses, y continuó con sus trabajos de ayuda a los compañeros presos, siendo detenida por dos agentes de policía en la calle de Alcalá, frente a las escuelas Aguirre, el día 20 de enero de 1937, y encerrada en la checa de la Guindalera (Alonso Heredia, frente al nº 12 moderno, casa conocida como El Castillo, José Picón 6), donde permaneció hasta el día 3 o 5 de marzo de 1937, en que se le dijo quedaba en libertad, saliendo entonces de la checa y no habiendo vuelto a tener noticias de ella desde dicha fecha”

Dionisio Fernández Salinero, alcalde de El Escorial, fue detenido al finalizar la guerra y asesinado por el régimen franquista.

Que sucedió con la miliciana comunista ROSARIO DE DON PABLO PASTOR y que implicación tuvo el alcalde de San Lorenzo del Escorial.

¿Donde están los restos de ROSARIO y que sucedió en el Control de milicianos para que nunca más volviera a aparecer?

La Causa General Instruída por el Ministerio Fiscal del régimen franquista sobre fue un extenso proceso de investigación tras la guerra civil, mediante Decreto del 26 de abril de 1940, con el objeto de instruir «los hechos delictivos cometidos en todo el territorio nacional durante la dominación roja», aparecen multitud de fotografías de mujeres asesinadas afines a la causa rebelde, algunas de ellas sin identificar, halladas en la zona de Madrid, atribuidas todas a los “rojos”. Es lógico pensar que algunas de ellas puedan ser incluso de partidos de izquierdas afines con la causa y defensa republicana, depuradas políticamente o por venganza, pero que fueron incluidas en el proceso para ampliar la Causa General.

Quien sabe, puede que este su fotografía entre ellas y que nunca podamos saber quien es por no conocer imagen su rostro.

Si alguien puede aportar algún tipo de información sobre la persona desaparecida que se ponga en contacto con nosotros.


JOAQUIN GONZALEZ GUTIERREZ.

Asesinado junto a tros 12 vecinos y enterrado en una fosa en Arija (Burgos).

cam000361 Joaquín González Gutiérrez nació el 17 de enero de 1916 en la casa familiar de sus abuelos maternos en el pueblo de Monegro, perteneciente al Ayuntamiento de Campo de Yuso en Cantabria.

Sus padre era Epifanio, obrero de la fábrica de Cristalería Española en Arija (Burgos) y su madre Dionisia. Fue el mayor de una familia numerosa de 9 hermanos. Vivió en el cercano pueblo de Bustamante, también en Campo de Yuso, junto a su familia.

Cuando estalló el golpe de Estado contra la República tenía 20 años y cuando el fracaso de la misma se convirtió en guerra civil decidió alistarse voluntariamente.

Por medio de varios documentos militares aportados por la familia conocemos varias cosas.

Sabemos que en abril de 1937 estaba ya alistado en el Ejército Popular de la República,  en  el IIº Cuerpo del Ejército del Norte, batallón nº 119 con base en Santander. Estaba en el Arma o Cuerpo de Infantería con el empleo o rango militar de sargento de la 2º compañía de ametralladoras.

Existe un documento del “ HOSPITAL MILITAR DE CAMPAÑA” de Reinosa perteneciente al batallón 119 en el que se lee su nombre. Dice que por lo menos estuvo ingresado del día 1 al 4 de abril de 1937 sin especificar porqué causa.

Otro documento del 1 de julio de 1937, también lo sitúa aún en ese batallón; “RELACION DE BRIGADAS, SARGENTOS DE MUSICA, MAESTROS DE BANDA Y CABOS DE CORNETAS Y TAMBORES”.

En ese documento se especifica a continuación que no era militar profesional de carrera, sino “…destinados en esta Unidad y que pertenecen a Milicias, formulado con arreglo a la Orden Circular de 27 de mayo de 1937. (D.O. Nº 128)”.

Sabemos que la caída de Santander, ocurrida entre 14 de agosto y 17 de septiembre (la capital Santander cae el 26 de agosto de 1937), fue el final de la lucha para muchos combatientes republicanos cántabros, que no quisieron o no pudieron continuar la lucha. El resto muertos, presos y los demás con suerte escondidos o huidos.

No sabemos que paso después, sólo lo que se ha contado por testigos en años pasados y que ahora es parte de la memoria popular.

En una fecha no concretada, pero casi con seguridad posterior a agosto o septiembre de 1937 un grupo de 12 o 13 vecinos de la comarca de Campo de Yuso, compuesta por 14 pueblos, se juntó para entregarse las autoridades civiles o militares. Parece ser que el pueblo elegido para su entrega al enemigo fue el pueblo de Arija (Burgos). También sabemos que los cogieron con muy malas formas, los metieron en sacos y los mataron a palos.

Entre ellos se encontraba Joaquín González Gutiérrez y su primo, no identificado aún por la familia. En los archivos hemos encontrado a Guillermo González Gutiérrez de Corconte, muerto con 24 años el 25 de octubre de 1937. El apellido, el pueblo de la comunidad de Campo de Yuso y la fecha inmediatamente posterior a la caída de Santander nos indican que tal vez no estemos alejados de la verdad.

Lo que sucedió después son solo meras hipótesis; la primera que casi con seguridad los rematarían con un tiro de gracia o ejecución para asegurarse de su muerte. Y la segunda que rápidamente tratarían de deshacerse de los cadáveres que los incriminaba, de borrar sus huellas del crimen.

Hasta aquí la historia que nos ha contado la familia y los detalles que aportan los documentos.

Sin embargo todo esto lo hemos conocido después de publicar en CRONICAS A PIE DE FOSA, en septiembre del año pasado 2015, un reportaje sobre la posible existencia de nuevas fosas comunes en Arija (Burgos). https://cronicasapiedefosa.wordpress.com/2015/09/11/nuevas-fosas-comunes-en-arija-burgos/

En aquel reportaje informábamos de la existencia en Arija de por lo menos 3 fosas múltiples y 1 individual, recordado y testimoniado por personas mayores que no querían dar su nombre y de lo cual no fueron testigos directos.

Las fosas estaban situadas en varios lugares distintos del pueblo, la primera en terrenos de la antiguas Escuelas de Cristalera, concretamente en una finca cercana del barrio de Vilga.

No muy lejos de allí, podrá encontrarse la segunda fosa, pero en terrenos que hoy están bajo el agua del pantano. Los rumores dicen que hace aproximádamente unos 10 años la draga de la empresa Arenas de Arija, en uno de sus rutinarias labores de trabajo, parece ser que extrajo cantidad de huesos que volvió a sumergir para olvidar el asunto.

Y el tercer lugar donde se presume puedan haber otra fosa común tiene relación con una extraña historia que se cuenta acerca del lugar del antiguo colegio de la fundación León de Argueso. Este edificio, hoy en ruinas y de planta rectangular de tres pisos, se localiza en el barrio de Arriba.

Se dice que cuando entraron los nacionales cogieron allí a varios jóvenes que estaban en los pisos superiores durmiendo u ocultándose de la llegada de los rebeldes. Los cogieron e inmediatamente los fusilaron contra las mismas paredes del edificio. Dicen que allí mismo deben estar enterrados en una fosa común los restos de aquellos desdichados jóvenes, que estaban en el lugar en el momento menos indicado. No se conoce los nombres de ellos.

Existiría una fosa individual en la salida del pueblo junto a la carretera donde estaría enterrado Bernardo Onis García “paseado” en Arija en  el 17 de noviembre 1937.

Con todo lo relatado y los datos aportados necesitamos colaboración para tratar de dar con los nombres de más personas asesinadas en Arija y que puedan estar en esas fosas. Toda información es bienvenida y tanto la familia como nosotros mismos lo agradeceremos.